- Analizar el trabajo desarrollado en el último periodo, reforzar el aprendizaje de las buenas prácticas entre las instituciones que componen la red de colaboración y trazar los próximos retos fueron los principales aspectos del encuentro de cierre de año.
Por primera vez la Mesa de Residencias, que agrupa a 38 organizaciones dedicadas a la protección de niñas, niños y adolescentes vulnerados en sus derechos, se reunió para realizar un balance del 2023 y trazar los desafíos para el año 2024.
En el encuentro, que contó con una alta participación, el equipo de coordinación presentó una síntesis del camino recorrido, destacando los logros y aprendizajes del último periodo.
Lisette Allende, directora ejecutiva de la Fundación María de la Luz e integrante del equipo coordinador de la Mesa, destacó los avances: “Hemos fortalecido la relación con Mejor Niñez, logrando que el sistema de supervisión comprenda mejor la realidad de las residencias. Además, realizamos un estudio de costos, que presentamos a la Subsecretaría de la Niñez, para cuantificar los recursos que significa tener un niño en el sistema de cuidado alternativo y evidenciar que el aporte estatal no alcanza para cubrir todas sus necesidades”.
La directora ejecutiva de la Fundación Niño y Patria, Erica Ponce, que forma parte del equipo coordinador de la mesa, subrayó el valor de la red como un espacio de contención y apoyo, donde las organizaciones comparten y aprenden de las buenas prácticas de sus pares. “Entre los logros 2023 destaco el fortalecimiento de nuestra red. Hoy nuestras instituciones acogen un poco más del 50 % de las niñas, niños y adolescentes que están bajo el cuidado alternativo residencial, lo que supone una significativa representación”.
A la hora de proyectar los próximos pasos, Paulina Fernández, directora de Abogacía y Estudios de Aldeas infantiles SOS Chile, quien también integra la coordinación, relevó los próximos desafíos. “Debemos seguir trabajando en temas estructurales que permitan mejorar el funcionamiento del sistema de cuidados, avanzar en nuestra validación como mesa para que la institucionalidad nos escuche como colaboradores y enfocarnos en el intercambio de buenas prácticas entre organizaciones para lograr cambios sustantivos en los modos de trabajo directo con los niños y en los modelos de intervención”.
Desde la coordinación de la mesa, Teresa Izquierdo, directora de la Corporación Misión de María, coincidió en la necesidad de profundizar el trabajo en red “para incidir en una política pública que comprenda que se requiere una transformación profunda en la manera de trabajar al interior de las residencias. Para ello tenemos que sensibilizar sobre las necesidades de estos NNA y sus familias, de apoyo educacional, del sistema de salud y justicia. El llamado es poner en la primera prioridad nacional a la infancia vulnerada, quienes más necesitan apoyo”.
