- Recientemente dejaron de funcionar las residencias Catalina Keim de Osorno y la residencia Magallanes de Punta Arenas, decisión que se enmarca en los nuevos desafíos que enfrenta la institución, de cara a la crisis que hoy afecta al sistema de residencias a nivel país.
Luego de más de seis décadas de funcionamiento, en el caso de la residencia Catalina Keim de Osorno, y poco menos de un año en la de Punta Arenas, dejan de funcionar ambas residencias administradas por la Fundación Niño y Patria, en el sur del país.
Como destaca la directora ejecutiva de la fundación, Erica Ponce Figueroa: “En ambos proyectos hemos tenido grandes aprendizajes como equipo. Hemos enfrentado momentos muy complejos, pero también muchas instancias de alegría por los logros alcanzados. Todas ellas, etapas que nos han permitido reforzar nuestro compromiso con la protección de las niñas, niños y adolescentes, a quienes nos debemos y en quienes hemos pensando desde el momento que se tomó esta decisión para que fuese un proceso lo más respetuoso posible, tanto para ellos como para nuestros colaboradores”.
“Hoy cerramos estos proyectos, pero estamos seguros de que esta decisión es necesaria para adaptarnos a los cambios y desafíos que se nos presentan. Más que nunca debemos seguir trabajando transversalmente para abordar y contribuir desde nuevos caminos a cambiar la apremiante realidad que hoy vive el sistema de protección”, agregó.
La Fundación Niño y Patria hoy cuenta con cinco proyectos en desarrollo. Se trata de cuatro residencias, las que se ubican en Ovalle, Rapa Nui, Villarrica y Valdivia y un programa ambulatorio, que se implementa en Hanga Roa y atiende a 50 niñas, niños y adolescentes y sus familias.
