Estamos viviendo un año muy importante en nuestra trayectoria como fundación. Este 2023 cumplimos seis décadas de vida y nos ha tocado enfrentar grandes cambios. Este mes hemos cerrado las puertas de dos de los proyectos que manteníamos en el sur de nuestro país: la residencia Catalina Keim de Osorno, luego de más de 60 años de existencia, y la residencia Magallanes de Punta Arenas, con un poco menos de un año de funcionamiento.
Enfrentamos ambos cierres con responsabilidad, pero también con esperanza porque nos obligan a evaluar el camino recorrido y proyectar un nuevo futuro, que nos permita proteger a las niñas, niños y adolescentes desde otra vereda. Tenemos el desafío de encontrar un camino en la prevención, que nos dé la posibilidad de anticiparnos a los problemas, más que solamente apoyar a las niñas, niños y adolescentes una vez que estos ya los afecten.
Ambos proyectos significaron un gran aprendizaje para nuestros equipos, por lo que sin duda concluir esta etapa ha sido una decisión compleja, pero necesaria para adaptarnos a la crisis que hoy enfrentamos las residencias a nivel país. Una situación que no sólo es competencia de Mejor Niñez, ni de este gobierno, sino que de todos los sectores del Estado, que por años no han trabajado coordinadamente para apoyar al sistema, dándole la espalda a las niñas, niños y adolescentes que más lo requieren.
Por ello, este año además hemos reforzado nuestra participación en la Mesa de Residencias, donde trabajamos desde 2021 junto a otras 37 organizaciones dedicadas a otorgar protección a las infancias vulneradas, con el objetivo de que el gobierno instale una mesa de trabajo para tomar medidas a corto y mediano plazo y detener esta grave situación.
Sin una solución global que revierta el déficit económico que se ha generado por la distancia entre el aporte del Estado y el gasto real por niño, serán muchas más las instituciones que tendrán que cerrar sus puertas. En consecuencia, habrá menos residencias y más debilidades a la hora de tener que responder a las necesidades de las niñas, niños y adolescentes que el Estado tiene el deber de cuidar.
Erica Ponce Figueroa
Directora ejecutiva
Fundación Niño y Patria
