Cerrar ciclos siempre debe involucrar un balance para replicar lo mejor, acomodar la carga y proyectar nuevos retos. Llegar al cierre del 2023 ha requerido de un trabajo sostenido y comprometido de todos y todas quienes conforman los equipos de nuestros proyectos a nivel nacional.
Hoy es tiempo de agradecer esa entrega, de abrazar a quienes han tenido momentos difíciles y renovar energías para seguir avanzando en la misión que nos reúne.
Responder a las necesidades concretas de las niñas, niños y adolescentes que acogemos y debemos proteger, puede ser un desafío enorme en un sistema que aún no logra perfeccionarse, así como en una sociedad que muchas veces prefiere no ver aquello que incomoda.
Las vidas de las niñas, niños y adolescentes que viven junto a nosotros han sido complejas, a veces mucho más de lo que es posible imaginar. Por lo mismo, para cambiar esas trayectorias de daño y dolor, tenemos que estar presentes, conscientes y trabajar para que cada vez sean menos quienes estén en esta condición. Pero es un reto que será imposible alcanzar solos. Necesitamos manos, voluntades, corazones y un país en el que resuene esta causa y sea vista como una responsabilidad y un tema de futuro. No emparejaremos la cancha si no somos capaces de estar para quienes pocas veces -o derechamente nunca- han tenido a alguien a su lado.
2023 fue un año de reflexión profunda para nuestra fundación. Cumplimos 60 años y nos desafiamos sobre qué camino seguir y qué necesidades priorizar. Queremos agradecer a las y los integrantes de nuestro directorio por contribuir a la proyección de nuevos horizontes, que nos conducen a orientar nuestro trabajo hacia un nuevo espacio de prevención.
Hoy miramos el año entrante con ímpetu y múltiples desafíos, pero también con la certeza de que contamos con un equipo humano que destaca por una sólida vocación. Siempre tras el norte de ser un aporte real a las vidas de las niñas, niños y adolescentes que muchas veces no han tenido la posibilidad de conocer el significado real de la palabra esperanza.
Erica Ponce Figueroa
Directora ejecutiva
Fundación Niño y Patria