La labor que realizamos como organismos colaboradores del Estado en la protección de la infancia y adolescencia vulnerada en sus derechos es una tarea en la que necesitamos el apoyo de todos los sectores: el Estado, los privados y la sociedad civil.
Por eso, estamos trabajando decididamente en vincularnos con la comunidad de los territorios donde se ubican nuestros proyectos, para llevar a cabo nuestra misión.
Durante mayo celebramos desde Valdivia la entrega en concesión del inmueble fiscal en el que funciona nuestra residencia. A través de esta instancia, el Ministerio de Bienes Nacionales apostó por apoyar nuestro trabajo, haciéndose parte de los esfuerzos por darle una nueva oportunidad a la niñez que más nos necesita.
Este mes y desde nuestra residencia en Los Ríos también se dio el puntapié inicial de un programa de capacitaciones para las y los trabajadores de la fundación, que entregará herramientas para el manejo de crisis y abordará temas de cuidado de equipo. Este hito ha sido posible gracias al apoyo de Abra, Laboratorio de Aprendizaje, una iniciativa de la OTIC SOFOFA que busca nutrir las trayectorias de aprendizaje de las personas.
Agradezco a los agentes que nos están ayudando a avanzar en los desafíos que debemos enfrentar en medio de la crisis que hoy afecta al sistema residencial. El trabajo se hace cuesta arriba y necesitamos toda la ayuda para responder a las apremiantes necesidades de las niñas, niños y adolescentes que la sociedad prefiere no ver. Para que la salud pública les ofrezca atención en salud mental, para que el sistema educacional no los discrimine, para que puedan optar a programas de desintoxicación, para que los vecinos no los echen de sus barrios, para que se vinculen con la comunidad, para que el Estado no los siga vulnerando.
Darles una oportunidad real de reparar sus trayectorias de daño es un trabajo, que en este punto y a pesar de toda la vocación de los equipos, ya no podemos seguir haciendo solos.
Erica Ponce Figueroa
Directora ejecutiva Fundación Niño y Patria
