Residencias:

Acogen a niños, niñas y adolescentes entre los 2 y los 18 años, que han vivido violencia física y/o psicológica, abuso, abandono, entre otras graves vulneraciones, por lo que han sido separados de sus familias y privados de cuidados parentales.

La residencia es una casa donde tienen alimentación, vestuario, recreación y rutinas. Así como también, reciben otros servicios especializados: intervención psicológica, social, terapia ocupacional, apoyo educativo, de salud primaria y acceso a salud mental.