¿Cómo lograr que las trayectorias de vida de las niños, niñas y adolescentes que protegemos puedan cambiar efectivamente y las oportunidades que creamos, se mantengan en el tiempo?

Las respuestas a estas preguntas nos remiten necesariamente a un desafío transversal como sociedad. A una tarea que además supone ofrecerles todas las herramientas para sentar las bases de su desarrollo integral, seguro y pleno. Suena muy lógico, pero cuando existen carencias, incluso desde antes de nacer, puede llegar a ser impensable.

En esta tarea somos un organismo colaborador del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, y avanzamos gracias al compromiso de las trabajadoras y trabajadores que dan vida a nuestra institución y al de las y los socios que mes a mes se suman a nuestro norte.

Pero todos estos esfuerzos a veces simplemente no alcanzan para responder a la realidad que enfrentamos, con recursos que no crecen al ritmo de las necesidades reales de las niñas, niños y adolescentes, que han sufrido la vulneración de sus derechos, consecuencias que debemos reparar y sanar. Por eso, agradecemos a quienes nuestra misión les resuena y se sienten llamados a contribuir a ella.

Gracias a las pequeñas empresas que se la juegan por apoyar a los proyectos que pertenecen a sus comunidades locales.

Gracias a los agentes públicos que priorizan el desarrollo integral de las niños, niñas y adolescentes que más lo requieren.

Gracias a los gestores, educadores y artistas comprometidos por hacernos ver el inmenso poder transformador del arte y el deporte.

Necesitamos de todos y todas para que nuestro trabajo pueda tener un impacto real y sostenido en el futuro de los niños, niñas y adolescentes, para que volver a vincularse y sanar la relación con sus familias sea una posibilidad cierta y para que puedan ejercer en plenitud y libertad sus derechos.

Contamos con ustedes.

Erica Ponce Figueroa
Directora Ejecutiva
Fundación Niño y Patria