Violencia Intrapololeo

Con la finalidad de sensibilizar a los adolescentes escolares, a construir relaciones sanas, libres de violencia e instalar la problemática como tema de conversación entre los jóvenes de nuestro país, en coordinación con los establecimientos educacionales a nivel nacional.

Sabías qué… La violencia en el pololeo es la antesala de la violencia en el matrimonio y/o convivencia. Estudios refieren un 43,1% de jóvenes entre 15 y 18 años, declara haber vivido violencia en su relación de pareja, y las razones más comunes son los celos, el alcohol y la rabia por el rechazo al sexo.

Violencia en el pololeo, comportamiento para establecer el control y el poder sobre el otro, mediante el miedo, la intimidación, incluyendo a menudo la amenaza o el uso de la violencia.

Agresiones físicas no accidentales, de magnitud, frecuencia y características variables; otras, psicológicas, traducidas en el constante hostigamiento verbal hacia el otro, insultos, críticas, ridiculizaciones, control, celos e indiferencia, comportamientos controladores que limitan el ejercicio de los derechos de las personas; y, sexuales, que implica en forzar al otro a cualquier tipo de contacto. Actitudes como éstas son el umbral para crear relaciones insanas, enfermizas y mantener el control y el poder sobre el otro. El secreto es el peor aliado que oculta la violencia en silencio…

• Pololear no es estar casado
• Pololear no es necesariamente para terminar casados.
• Los amigos respetan las relaciones de pololeo.
• Los pololos respetan las relaciones de amistad.
• Intimidad, compromiso y pasión, existe integrada sólo en el amor verdadero.
• Respeto y admiración mutua es lo que sostiene a las parejas más firmes.

Es la primera etapa de conocimiento recíproco e identificación de cómo somos.

Pone atención a todas las señales, a las buenas, como aquellas que crean desconfianza en el futuro.

Es necesario conocer y saber quién es, cómo es, qué piensa, qué carácter tiene, sus reacciones…

Que a medida que aumentan los grados de compromiso de la pareja, mayores son los conflictos y la posibilidad de establecer relaciones violentas, no dejes que la violencia se incorpore a tu vida.

Se traducen en desconfianza y sospecha permanente en el otro, sentimientos que pueden ser peligrosos, se alimentan de dudas y que en muchos casos pueden ser enfermizos y perjudican gravemente la relación de la pareja.

• Te prohíbe salir con tus amigas,
• Piensa que todos quieren “algo” contigo
• Critica constantemente tu vestuario
• Cada vez que conversas con un hombre te interroga como si fuera un policía.

Pueden llegar a tal grado que la persona se puede volver castrante con la pareja prohibiéndole salir, hablar con los demás, arreglarse, y aún así seguirá pensando que le es infiel, desconfiará y vigilará constantemente. 

Llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continua.

Son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.

Un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, NUNCA poseemos a esa persona, no es una propiedad privada.

Pero, en las cosas del amor hay que poner cabeza y corazón.

Resulta vital en la etapa del conocimiento del otro, no basta la comunicación física, la atracción.

Es muy importante, conocer sus sentimientos, personalidad, manera de ser, perfil.

Compartir ideales y amigos es muy importante.

Es muy importante que cada uno de los pololos se sienta único y especial para el otro.

La verdad es que sí importan las peleas frecuentes y las discusiones mal resueltas, las descalificaciones, los portazos, los amurros o ley del silencio, porque en el matrimonio no se arreglan los problemas del pololeo, sino que se acentúan.

Hay parejas que sin “quererlo” se asfixian, mutuamente, se impiden el mantener su vida independiente porque nadie crece bajo la sombra del otro.

Ese es el misterio del pololeo exitoso. Cuando no estamos juntos, me gusta saber que te volveré a encontrar.